Más de 50 agentes de Policía Local de diferentes municipios de la Región se concentraron en la tarde de ayer a las puertas del Ayuntamiento de Alhama de Murcia, en apoyo de los agentes de la localidad. Los policías alhameños reclaman «mejor gestión de los recursos humanos y económicos», rechazan el cierre del cuartel de Policía Local para los ciudadanos por falta de efectivos y exigen que «haya un mínimo de patrullas en la calle de forma permanente por nuestra seguridad y la seguridad de los vecinos». La convocatoria, realizada por los sindicatos SPPLB y USO, se desarrolló unos minutos antes del inicio del Pleno Ordinario del mes, ya que esperaban la llegada tanto del alcalde, el socialista Diego Conesa, como del edil de Seguridad Ciudadana, Felipe García, que fueron recibidos con una sonora pitada.
Felipe García entraba al ayuntamiento mientras los agentes le coreaban «Felipe, dimite, la ´poli´ no te admite», aunque los cánticos dirigidos al alcalde no eran mucho más amables: «Conesa, vete a tu empresa». El Pleno comenzó a su hora, aunque los agentes continuaban en la puerta sin rebajar los decibelios de su ruidosa protesta. Mientras tanto, el secretario provincial del sindicato SPPLB, Francisco Rojo, aseguraba en un manifiesto que dicha concentración era para expresar su «disconformidad con la gestión que se está realizando últimamente en el departamento de la Policía Local», asegurando que, en las últimas reuniones que han mantenido con el concejal y el alcalde «nos oyen pero no nos escuchan».
Una de la reivindicaciones esgrimida fue que el cuartel no se cierre a los ciudadanos por falta de efectivos en una población de 22.000 habitantes, y que en la actualidad «no se cubren los servicios necesarios con los efectivos disponibles, dejando de atender a pedanías de la localidad o al desarrollo urbanístico, como en el caso de Condado de Alhama».
«Se ha comprado un radar que ha costado 22.000 euros pero no adquirimos chalecos antibalas»
Además, los manifestantes argumentaron que se ha estudiado por parte de las secciones sindicales para contar con 50 horas de formación para cada agente, lo que supondría un ahorro para las arcas municipales de 70.000 euros al año, así como una adecuada conciliación vida laboral y familiar para los agentes. El manifiesto recogía una mejor gestión de los recursos económicos. «Se ha comprado un radar que ha costado 22.000 euros, y en cambio no se han comprado chalecos antibalas», lamentaron ayer en el sindicato.
Asimismo, los convocantes criticaron que desde el Ayuntamiento «no se renuevan las transmisiones, y sin embargo contratan un servicio de perro antidroga que cuesta 6.000 euros». También «arreglan vehículos con más de 10 años y no se repara en guardabarros delantero de uno de los vehículos nuevos». Las demandas, de momento, caen en saco roto por parte del equipo de Gobierno.
Recibe las últimas noticias en tu correo una vez al mes.