El cuerpo policial con mayor implantación en la Comunitat Valenciana y el más cercano a los ciudadanos, la Policía Local, también se entrena para luchar contra el terrorismo yihadista. Una treintena de agentes de diversas poblaciones y varios militares participaron el martes en una jornada de formación sobre intervenciones en atentados terroristas, atracos con rehenes y otras situaciones de grave riesgo para los ciudadanos.
Debido a las inmediatas actuaciones policiales que requieren algunos casos para evitar muertes de personas inocentes, es fundamental el adiestramiento de los primeros agentes que suelen llegar al lugar de los hechos mientras esperan a los grupos especializados de asalto de la Policía Nacional o la Guardia Civil.
Tras analizar la respuesta policial en los asesinatos yihadistas perpetrados en los últimos años en Europa, «el tiempo medio de resolución de un atentado, de principio a fin, suele ser de ocho minutos», explica Pedro Gil, responsable del área de formación del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB), por lo que es necesario «formar bien a los agentes que tienen la obligación de defender a los ciudadanos», añade Gil.
El tiempo medio de resolución de un atentado yihadista suele ser de ocho minutos | Los policías locales intervienen muchas veces en la primera fase de una acción terrorista
La jornada de entrenamiento se realizó en las instalaciones de Airsoft Events Valencia, donde los policías pusieron en práctica las instrucciones teóricas que recibieron a primera hora de la mañana en una antigua fábrica de Foios. Tras una charla casi a la intemperie con un frío que helaba los campos cercanos, los agentes participaron luego en un simulacro de un atentado en un centro comercial con personas que pedían auxilio, un ataque ficticio de un terrorista armado con un subfusil y otro de un delincuente que esgrimía un cuchillo, entre otras situaciones imaginarias de grave riesgo.
Con pistolas que disparaban pequeñas bolas de plástico, los policías aprendieron a trabajar en equipo para abatir a otros agentes disfrazados de yihadistas, defenderse en un tiroteo y liberar a rehenes, uno de ellos con un muñeco en brazos, pero algunos recibieron puñaladas al ser atacados con armas de plástico. Los leves pinchazos que sufrieron en el simulacro podrían haber sido cuchilladas mortales en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con un terrorista.
Ante el nivel 4 de alerta terrorista que tiene España, que fue decretado por el Gobierno en 2015 tras los atentados de París, los policías locales «deben de tener conocimientos tácticos para intervenir en la primera fase de la comisión de un atentado, pues es donde el agente más necesita su criterio propio», sostiene Gil, que considera que el policía «debe de ser autosuficiente» para aplicar sus conocimientos en situaciones de riesgo para la ciudadanía.
Para el responsable de formación del sindicato SPPLB, las plantillas de policías locales son un activo muy importante en la seguridad de España por su gran implantación «como cuerpo de seguridad al servicio de los ciudadanos», y por este motivo reclama más apoyo de las instituciones autonómicas y de los ayuntamientos. «Los organismos oficiales miran para otro lado, ponen trabas a esta formación tan necesaria, y en el mejor de los casos plantean una formación obsoleta e irreal», asegura Gil.
«Sin querer ser alarmista y en las fechas en la que nos encontramos hay que hacerse dos preguntas: ¿cuándo y dónde será el próximo atentado? Tenemos que estar preparados para lo peor y, además de trabajar en la prevención de acciones terroristas, debemos de apostar por la formación para actuar con eficacia», agrega el instructor policial.
Al curso para combatir el terrorismo yihadista, que contó con la colaboración de Alternativa Sindical de Policía (ASP), asistieron también un teniente y un capitán del Ejército y varios policías nacionales, aunque la mayoría de los participantes son policías locales de Valencia, Alicante, Gandia, Sagunto, Dénia, Carcaixent, Benicàssim, Torrent, Sueca, Teulada, Vila-real, Alberic, Calp, Catarroja, Cullera, Manises, Marines, Massanassa y Onda.
Además de Pedro Gil, las clases teóricas y simulacros, algunos de ellos nocturnos, fueron dirigidos por los instructores Gonzalo Quintana, Jorge Corts y Francisco José Serrano. Los asistentes también recibieron formación por parte del sanitario Óscar Boix sobre primeros auxilios en casos de heridas de arma blanca y de bala, así como de extracciones de cuerpos extraños.
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