Puente del 15 de agosto en Alicante. Mientras miles de personas abarrotan las playas de la capital tan sólo siete dotaciones de la Policía Local (con dos agentes en cada vehículo) vigilan las calles de la ciudad, Playa de San Juan y las partidas rurales.
Una cifra que, tal y como denuncian fuentes del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB), es fruto de «la falta de previsión y planificación» por parte de la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante. «Están restando efectivos del turno que pisa la calle para derivarlos a unidades de carácter administrativo que no trabaja los fines de semana; menoscabando así la atención al ciudadano», afirman.
La coincidencia del festivo con la celebración en Altozano de los Moros y Cristianos obligó, además, al desplazamiento hasta este barrio de tres de las siete unidades que habitualmente cubren el término municipal «con lo que la ciudad se quedó con tan sólo cuatro vehículos de vigilancia», denunciaron desde el sindicato.
Una situación «que se ha convertido en habitual este verano y que deja desprotegido al ciudadano» cuando más incidentes se producen. En este sentido, las mismas fuentes señalan que se están dejando de atender otros servicios como llamadas del 112.
«El pasado fin de semana se registraron varios atropellos de carácter grave y los efectivos en servicio no pueden llegar a todo», señalaron las mismas fuentes, que también destacan el riesgo que corren los agentes.
«Donde antes acudían varias dotaciones a llamadas relacionadas con peleas, robos o violencia de género, por ejemplo, ahora sólo acude una unidad con el peligro que eso supone para los efectivos».
Los controles de alcoholemia son otros de los damnificados por la escasez de agentes en las calles. «La eficacia de los controles de alcoholemia se ha visto mermada porque no podemos destinar a ellos los efectivos necesarios para cubrir varios puntos en la ciudad».
Entre los motivos que esgrimen desde el sindicato para explicar la escasez de Policía Local en las calles destaca el trasvase de agentes de calle a otros puntos de carácter administrativo, no operativos los fines de semana.
La Unidad de Atención Vecinal, radar o control de aperturas son algunos de los servicios que se han reforzado en detrimento de las patrullas de calle. «Son servicios necesarios pero no prioritarios en este momento cuando la ciudad acoge a miles de turistas y los incidentes se multiplican», recalcan.
El económico puede ser otro de los detonantes que hayan influido en el desmantelamiento del turno de fin de semana desde la Concejalía de Seguridad, según apuntan estas fuentes. Los agentes que cubren este periodo cobran un complemento de festividad, por el domingo, de 10 euros. «Una cantidad irrisoria para las arcas municipales y que claramente redunda en detrimento de la calidad del servicio de cara a los ciudadanos y turistas que visitan la ciudad durante el verano», apuntaron.
Desde la ejecutiva provincial del PSOE en Alicante, su portavoz, Lalo Díez, afirmó ayer que «una vez más queda en evidencia que la ciudad funciona por sí sola porque si tuviera que hacerlo por la gestión de la alcaldesa, Sonia Castedo, o por el edil de Seguridad, Juan Seva, esto sería un caos».
«La falta de refuerzos policiales en el puente más importante del año para una ciudad turística como Alicante evidencia la incapacidad e incompetencia del PP y de Castedo, que parece más preocupada por sus temas judiciales y por acabar la legislatura que por el día a día de una ciudad que vive del turismo»
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