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PRENSA

Cinco policias de Benissa salvan la vida de un bañista en la cala Baladrar

17 noviembre 2011 1075 visitas

Lasprovincias.es 15.11.11

«Estamos muy contentos ya que salvar la vida de una persona es muy gratificante para nosotros». Con estas palabras y mientras reciben muchas felicitaciones como las de sus compañeros de la Guardia Civil, se congratulaban los cinco policías locales de Benissa tras salvar la vida de un súbdito belga-francés, de 40 años, de morir ahogado en aguas de la cala Baladrar de Benissa.
Eran las 12 horas de ayer lunes, cuando al retén llegaba el aviso del 112 que les alertaba de que la vida de un bañista corría peligro en una de las playas más conocidas de la localidad. Sin pensarlo, los policías se desplazaron a la zona costera.
A su llegada observaron cómo diez personas, entre ellas, la mujer del bañista (quien les alertó de la peligrosa situación), observaban nerviosos como el turista no podía salir a la orilla. Sin pensarlo dos veces, el oficial Manolo Risueño junto a dos agentes, Javier Rodríguez y Sergio Aparisi, se lanzaron al mar embravecido para rescatarlo.
A 200 metros de la orilla se encontraba, desde hacía media hora, el ciudadano belga que pudo resistir gracias a su careta y tubo con los que se lanzó al mar y es que a pesar de las malas condiciones del agua el turista, que pasa unos días de vacaciones en el municipio, se lanzó a bucear sin imaginarse el peligro que correría. Como relató, Risueño «ante los nervios de la esposa que había intentando rescatarlo sin éxito y a la espera de la llegada de los Servicios Marítimos, decidimos entrar nosotros para salvarlo».
Una hazaña que puso en peligro las vidas de los valientes policías y es que aseguraron que «sin pensarlo, entramos los tres y formamos un círculo para controlar al bañista».
Después, tuvieron que intervenir dos agentes más. Manolo Páez y Jorge Alemany lanzaron una rueda salvavidas atada a una cuerda con la que pudieron llegar a la orilla sus compañeros y el turista rescatado.
La heroica actuación convierte a este cuerpo de seguridad, de nuevo, en superhombres. Y es que no es la primera vez que arriesgan su vida para salvar a los bañistas pues entre los valientes policías dos de ellos repiten experiencia.
Cabe destacar que Manolo Risueño salvaba a dos ciudadanos alemanes en octubre de 2008 junto a otro Policía Local de Benissa en la playa de la Fustera. Y Manolo Páez lo hacía en el 2000 en junto a su hermano que salvaron a dos hermanos de morir ahogados en la misma playa del Baladrar. Hechos por los que fueron reconocidos con la Cruz al Mérito Policial.
Una peligrosa historia que terminó ayer con un final feliz, eso sí, con el susto, la hipotermia y arañazos que sufrió el bañista, los rasguños y nervios de su esposa al intentar salvarlo y algunas contusiones en los cuerpos de los heroicos agentes que lo rescataron.
El alcalde valoró la actuación heroica de la policía, que una vez más, salva la vida de un ciudadano, poniendo en peligro su integridad y recordó que los efectivos siempre han tenido una actuación ejemplar.