Los sindicatos CSIF, UGT y SPPLB han denunciado la falta de planificación de los servicios de la Policía Local de Crevillent en las fiestas patronales y Moros y Cristianos. Los representantes sindicales aseguraron que «hemos podido asistir a un claro ejemplo de despreocupación política en los servicios policiales prestados a los ciudadanos».

Concretamente, indicaron que «esta despreocupación política se tradujo en un déficit en el número de efectivos policiales, lo que provocó que el pasado sábado, 4 de octubre, en el desarrollo de uno de los principales actos festeros, la entrada del bando cristiano, los miembros de las comparsas y sus carrozas recorrieran las diversas calles del municipio sin acompañamiento policial, existiendo tramos que debían estar acotados y sin embargo circulaban vehículos libremente, poniendo en peligro la integridad de las personas que circulaban por esas zonas e interfiriendo en el paso de carrozas que se disponían a abandonar el desfile, las cuales encontraban su paso obstaculizado por vehículos que circulaban en dirección opuesta a las mismas, lo que supuso una merma en la seguridad de los festeros y de los usuarios de las vías urbanas».

Además, los sindicatos aseguraron que «esa tarde se produjo un hecho sin precedentes en la historia reciente de la celebración de nuestras fiestas, un único agente de Policía se encontraba realizando servicio extraordinario para cubrir un evento de tanta envergadura».

Otro hecho significativo, indicaron los representantes sindicales, «es que no se encontraba operativo el servicio de grúa municipal por lo que, ante esa falta de planificación, se tuvo que recurrir a un servicio externo para la retirada de los vehículos estacionados en el recorrido de la calle, lo que provocó un caos entre las carrozas que ya se encontraban para su salida y las labores de retirada de vehículos».

A esto se sumó, según apuntaron, que «como los efectivos se centraron en cubrir los puntos de recorrido de los desfiles, requerimientos vecinales como los vados no pudieron ser atendidos hasta la finalización del mismo, así como que no se pudo controlar el nivel sonoro de la barraca popular que provocó las quejas de numerosos vecinos de la zona».

Los sindicatos aseguraron que «en días anteriores a los principales actos festeros, los representantes sindicales pusieron en conocimiento de las autoridades locales las incidencias que ya se estaban produciendo en los servicios como consecuencia de la falta de efectivos policiales, que repercutían en la seguridad de los vecinos que participaban en ellos, haciendo el equipo de Gobierno municipal caso omiso».