Han pasado más de tres meses desde que Recursos Humanos anunció que el Ayuntamiento destinaría 50.000 euros a subvencionar a los agentes de la Policía Local para que se compraran o renovaran sus propios chalecos antibalas (algunos de ellos caducados). Aquella partida presupuestaria fue rechazada en un pleno porque se presentó en un paquete de medidas y la oposición no estaba conforme con todas, y el equipo de gobierno aseguró días después que había encontrado la manera de sacar adelante la propuesta sin pasar por el pleno, y que incluso contemplaba que los chalecos no fueran subvencionados sino de dotación (es decir, entregados a cada policía del mismo modo que el uniforme).
Lo cierto es que siguen sin llegar y los sindicatos SPPLB, CC OO y UGT denunciaron ayer la «desidia» del equipo de gobierno por haberles utilizado «como arma arrojadiza» para intentar colar la aprobación de otros proyectos (desoyendo la posibilidad de celebrar una votación única para ese asunto en un pleno extraordinario), y recordaron que los chalecos no sólo son un medio de «autodefensa» sino que disponer de ellos permite también «salvar vidas de terceras personas». Creen que el gobierno ha empleado a la Policía «con fines electoralistas» y se desmarcan de la política, pues siempre pedirán «mejores medios para atender al ciudadano como merece».
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