LASPROVINCIAS.ES 16 noviembre 2010
El pasado jueves Godella sufrió una oleada de siete robos en el interior de viviendas en zonas de urbanización de Santa Bárbara y Campolivar, en tan solo 5 horas. Es sólo un ejemplo, muy cercano en el tiempo, de la situación que está viviendo la localidad y que ayer denunció el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos de la Comunitat Valenciana (SPPLB). «Todo esto coincide con la falta de partida presupuestaria destinada al colectivo de Policía Local, y por extensión, de plantilla. Si a Godella por población le corresponderían más de 30 policías en la actualidad solo existen en activo 17 es decir la mitad de la plantilla», denuncia en un comunicado el sindicato.
El problema no sólo está en la falta de trabajadores sino que el Ayuntamiento ha reducido los ingresos extraordinarios que reciben sus asalariados: «No sólo son pocos, sino que, además, el malestar en la plantilla es patente porque encima se les reducen las partidas que retribuyen los refuerzos ( operativos extraordinarios) en el concepto de productividad, lo cual, unido a lo anterior, hace que la situación operativa del servicio esté al borde del colapso, como demuestra el incremento de la delincuencia. La reducción económica no afecta al resto de departamentos del Ayuntamiento, lo que lo hace ser un agravio comparativo hacia el colectivo».
Además, los policías no sólo tienen que salvaguardar la seguridad del pueblo sino que en la actualidad «el 80% de las funciones de esta Policía esta destinada a tareas administrativas no catalogadas en sus funciones, tales como atender el registro general del ayuntamiento, abrir y cerrar parques municipales, recogida de prensa, todo por orden escrita y directa del Sr. Alcalde, lo que pensamos que merma el tiempo a la vigilancia y materia destinada a la prevención de actos delictivos como la realidad demuestra», sostienen los sindicalistas.
El sindicato expone que los sueldos de estos policías son de los más bajos en toda la Comunitat: «Como colofón, cabe recordar que la nómina de estos es de las mas bajas de toda la provincia. Esto conlleva que agentes experimentados abandonen la localidad por las malas condiciones, el mal ambiente laboral y la bajas retribuciones, estos son repuestos posteriormente por agentes inexpertos, sin armas, sin formación y con contratos precarios, reduciendo de forma alarmante la eficacia de este cuerpo que, al final, repercute en los propios vecinos de la localidad».
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