Diarioinformacion.com Viernes 03 de febrero de 2012
ALEJANDRO FERNÁNDEZ
La Diputación quedó ayer cerrada a cal y canto después de que medio centenar de policías locales de Elda se concentraran a las puertas del Palacio Provincial por los recortes salariales que les ha aplicado la diputada y alcaldesa de ese municipio, Adela Pedrosa. Los manifestantes trataron de acceder al edificio para seguir el pleno de la institución, pero el Cuerpo Nacional de Policía ordenó blindar el recinto. Las tres puertas de acceso se cerraron con llave y candados, y tanto los diputados como los trabajadores, periodistas y medios gráficos tuvieron que acceder a la Diputación a través de un túnel subterráneo que conecta el edificio de la calle Tucumán con el propio Palacio. Algunos dirigentes, no obstante, pudieron acceder por la entrada principal cuando la tensión se rebajó.
La concentración obligó a activar el protocolo de seguridad y a cerrar la institución por primera vez en la historia democrática, según denunció el portavoz socialista, Alejandro Soler, nada más comenzar el pleno. El comienzo de la sesión plenaria, previsto para las 12 horas, se retrasó 40 minutos por las discrepancias entre la bancada popular y la socialista a cuenta de los policías locales que protestaban en la entrada al edificio. Finalmente, al filo de las 12.40 horas accedieron al salón de plenos cinco responsables sindicales y al fin pudo comenzar la sesión. Eso sí, entre reproches. "Lo que han hecho no es nada edificante", le espetó el propio Soler a la presidenta de la institución, Luisa Pastor. Y ésta le replicó: "La Presidencia no ha dado ninguna orden".
Superada la tensión inicial, llegó el turno de abordar el orden del día. Pero pronto, muy pronto, volvió a alzarse la voz en el hemiciclo. Especialmente duro fue el enfrentamiento dialéctico que mantuvieron el portavoz del PP en la Diputación, César Augusto Asencio, y el diputado socialista David Cerdán. Y todo, a cuenta de una promoción de viviendas que Proaguas ha construido en Petrer. Cerdán presentó una moción para que esos inmuebles se alquilen con opción a compra, alertó de que esos pisos han salido a la venta por un precio "muy elevado" y acusó al PP de "meter" a Proaguas "en una ratonera" al modificar las funciones para las que se creó la entidad y dedicarla ahora a la promoción inmobiliaria.
A Asencio, la crítica no le sentó nada bien. "Acaba de hacer un ejercicio supino de hipocresía y cinismo", remachó. El también vicepresidente segundo de la institución recordó que la Diputación y el Ayuntamiento de Petrer firmaron, con el beneplácito del PSOE, el convenio para construir 41 viviendas. Una vez vendidas, se levantarían otras 50 más en una zona degradada del municipio. "El Ayuntamiento ha limpiado la zona, que se había convertido en un foco de suciedad y droga. Precisamente, ustedes dejaron muchos barrios así", dijo Asencio ante la estupefacción de los dirigentes socialistas. Y Cerdán le respondió: "Ese argumento es miserable y barriobajero".
Momentos después, la propia presidenta admitió que "habrá que reformar" Proaguas. El 48% de los ingresos de la empresa, nacida para impulsar actuaciones hídricas en la provincia, dependen ahora de esa promoción de viviendas de Petrer, según el diputado socialista.
Fondos pendientes
Asencio también fue protagonista de la trifulca dialéctica que vino justo después. Esta vez, a cuenta de la deuda que arrastra el Consell con los municipios. El PSOE presentó una moción para que la Diputación instara al Ejecutivo de Fabra a satisfacer las cantidades pendientes, pero el PP se opuso. Alegando, eso sí, que ya lo ha hecho. "La Generalitat ha derrochado muchísimo y ha quedado demostrada su falta de prioridad. Ahora tenemos que pedirle que pague su deuda", apuntó Soler. Asencio culpó al Gobierno de Rodríguez Zapatero de la deuda del Consell y recalcó que el PSOE juega a la "ceremonia de la confusión".
El dirigente socialista, por último, le acusó de "tener un fondo ideológico muy de derechas" y le dijo que "viviría más a gusto en otra época".
Pedrosa pide paciencia y los sindicatos exigen una rectificación
La brecha que separa a Adela Pedrosa y a la Policía Local de Elda se agranda día a día. La alcaldesa les pidió ayer "responsabilidad" y subrayó que en estos momentos difíciles "no puedo subirles el sueldo". Por su parte, los sindicatos CC OO, UGT, SPPLB, SEP y CSIF, presentes ayer en la protesta, le exigieron una rectificación. Denunciaron que el Ayuntamiento de Elda ha despedido a 17 trabajadores y que ahora destina ese dinero a "su personal de confianza". "Echan a gente que ha aprobado una oposición para meter a dedo a personas que no sabemos qué estudios tienen", dijeron. A. F.
MAS NOTICIAS EN LA RED
Recibe las últimas noticias en tu correo una vez al mes.