S. G., Dénia
Jorge Ferrández, el policía y representante sindical del Spplb-CV en el consistorio advertido de sanción por desobediencia y abandono del puesto de trabajo lamentó ayer la situación que atraviesa desde que le fue notificado el expediente disciplinario el 11 de marzo. El proceso sancionador fue iniciado después de que el agente fuera sorprendido un día quitándose el uniforme 10 minutos antes de acabar la jornada (sólo un minuto, según él). Según el concejal de Policía, Pep Marí, el hecho se había repetido ya en reiteradas ocasiones.
Ferrández lamentó ayer que "para unas cosas miran todos los detalles y para un acto como el del nombramiento del intendente principal no se mira tanto". El agente recordó que "en 21 años de servicio no tengo ningún borrón en mi expediente, y ahora por culpa de esta persecución en toda regla, me lo han manchado". Pero esa "persecución", añadió, "no quedará impune".
Sobre su situación personal, añadió que "tengo mujer y dos hijos" y la apertura del expediente ha provocado un "ambiente familiar tenso; no se dan cuenta del mal que están haciendo a mi mujer, a mis hijos y a mi entorno, tras dos meses aguantando esta presión". Y es que, añadió, desde el ayuntamiento "me están tratando peor que a un delincuente".
El responsable autonómico del sindicato, Manuel Sánchez, informó de que el Spplb-CV ha presentado ya alegaciones al expediente respaldadas por la firma de "40 testigos", policías locales, en apoyo a Ferrández. En su opinión, la sanción propuesta es "desproporcionada" y quiso "apelar al sentido común" en la resolución del expediente.
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