Desperfectos en uno de los coches de la Policía Local de Alicante P.RUBIO
La comisión de Seguridad y Salud del Ayuntamiento de Alicante ha aprobado su primer procedimiento reglado para el mantenimiento de vehículos municipales, entre los que se incluye toda la flota de coches y motos de la Policía Local (unos 470). Este protocolo se aprueba por exigencia de la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, quien detectó que la ciudad carecía de normas de actuación regladas para que los coches y motos de la Policía tuviesen garantizadas unas condiciones óptimas de uso. El nuevo plan está presentado y sólo falta el visto bueno del Gobierno para que sea operativo.
La denuncia sobre la falta de procedimiento la formuló el Sindicato de Policía Locales y Bomberos (SPPLB) en el año 2013, al detectar el volumen de informes negativos que los agentes emitían sobre el uso de la flota de vehículos. La inspectora de Trabajo revisó la metodología de trabajo del Ayuntamiento de Alicante y emitió un informe en el que destacaba la «falta de definición, implantación y aplicación de un plan de mantenimiento preventivo suficiente y adecuado» que «contemple las inspecciones y/o revisiones establecidas en los manuales de uso y mantenimiento del fabricante de dichos vehículos». De hecho, hasta la fecha «no había ninguna directriz sobre cómo y cuándo debían repararse» los coches y motos de la Policía, lo que, según el SPPLB, suponía «una arbitrariedad que ponía en peligro tanto al agente que los usaba como a los ciudadanos».
El documento incluye una serie de parámetros básicos de obligatorio cumplimiento para el mantenimiento de la flota, y se especifica que las motos tendrán que pasar obligatoriamente por taller cada 5.000 kilómetros y el resto de vehículos cada 10.000. En caso de no cubrir este uso, se establece una revisión mínima al año. Según explicó el SPPLB, la cláusula que más ha retrasado la aprobación de este protocolo es precisamente la que exigía la inspectora de Trabajo: primar los parámetros de seguridad establecidos por los fabricantes en lugar de fijar sus propios tiempos. Finalmente el documento que se aprobó en la comisión de Seguridad y Salud sí tiene en cuenta este requerimiento.
Desperfectos en uno de los coches de la Policía Local de Alicante P.RUBIO
Además de con la denuncia del SPPLB, la batería de informes negativos sobre el estado de la flota de vehículos de la Policía Local de Alicante cristalizó en una reclamación del jefe del cuerpo, José María Conesa, a los presupuestos municipales de 2015. Allí apuntaba que los agentes daban una «imagen penosa» por la situación de la flota de vehículos, y reclamaba una dotación adicional de 150.000 euros para poder hacer reparaciones.
Como ya desveló EL MUNDO, parte de los problemas de revisión de la flota de vehículos ha venido provocada por la situación económica de la ciudad. En concreto, el concejal de Seguridad y Tráfico, Juan Seva, ordenó en 2013 hacer la revisión básica de las motos de Policía Local cada 10.000 kilómetros en lugar de los 5.000 habituales. El jefe de departamento de servicios técnicos reveló en un informe que ese año tuvo que recortar drásticamente «los cambios de aceite y filtros de aire», así como «la revisión de las luces y de las pastillas de freno» de las casi 100 motos de la Policía de Alicante por «problemas presupuestarios»; y lo justificó asegurando que «la experiencia del taller y del parque móvil demuestra que hay que hacer revisiones en algunos aspectos, antes de lo que marcan los libros, y otras pueden prorrogarse en los kilómetros realizados».
Esta situación, en opinión del SPPLB, «suponía un grave riesgo para la seguridad», por lo que formalizaron una denuncia que desembocó en una inspección a mediados de 2014. Entonces Trabajo y Seguridad Social dio un plazo de tres meses para la creación del protocolo, pero las negociaciones sobre los periodos de revisión han retrasado casi un año su aprobación.
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