PRENSA
Un policía triatleta muere arrollado por un coche cuando entrenaba en bicicleta en Torres Torres
27 enero 2009
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LASPROVINCIAS.ES,JAVIER MARTÍNEZ. ALENCIA 27/01/2009
Ironman, la prueba mítica para los amantes del triatlón, era su próxima meta. A sus 29 años de edad, Francisco Ortega Caballero soñaba con tres distancias extremas: 3,8 kilómetros de natación, 180 de bicicleta y como postre, un maratón. La competición de deporte extremo no contará este año en su edición de Frankfurt con un triatleta de Valencia. El joven ciclista falleció ayer al ser arrollado por un coche en el término de Torres Torres.
La muerte le sobrevino sobre las once de la mañana del domingo cuando entrenaba con un compañero del club de triatlón Komando CT en la carretera Nacional 234. Según el atestado de la Guardia Civil de Tráfico, la víctima invadió con su bicicleta el carril contrario tras sufrir una caída.
Todo fue muy rápido. El conductor del coche no tuvo tiempo para frenar y arrolló a Francisco Ortega, que quedó atrapado en los bajos del vehículo. La escena fue dramática. Tras ser alertado del accidente, el Centro de Coordinación de Emergencias movilizó al SAMU de Sagunto, el helicóptero medicalizado de la Generalitat, un equipo de rescate de bomberos y la Guardia Civil de Tráfico.
Cuando los sanitarios llegaron al lugar, el joven aún se encontraba atrapado bajo el turismo. Sin perder tiempo, le inyectaron un medicamento en uno de sus brazos en un intento desesperado para salvarle la vida.
Mientras tanto, los bomberos se afanaron por liberar a la víctima, aunque no pudieron rescatarla hasta minutos después con la ayuda de una grúa. Los esfuerzos de los servicios de emergencia fueron en vano. Francisco Ortega murió prácticamente en el acto. Una vez que se confirmó el fallecimiento del atleta, el helicóptero medicalizado regresó a su base.
Causas del accidente
Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil de Tráfico, los dos ciclistas se rozaron por causas que no han trascendido cuando circulaban por la N-234. Esto hizo que los deportistas cayeran en medio de la calzada. Francisco Ortega invadió el carril contrario, justo en el preciso instante que se cruzaba con un Seat Toledo. El impacto contra el coche fue brutal.
El otro ciclista, Pedro Martín Reig, de 39 años de edad, sufrió una contusión lumbar como consecuencia de la caída, y luego padeció un ataque de ansiedad cuando los sanitarios le informaron del trágico desenlace. La ambulancia del SAMU trasladó al herido al hospital de Sagunto.
Respecto a las causas que motivaron el roce de los dos ciclistas, Pedro Martín explicó que su compañero perdió el control de su bicicleta cuando se inclinó para dejar la botella de agua. También se barajaba la posibilidad de que un golpe de aire hubiera desiquilibrado al deportista.
Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico realizaron una minuciosa inspección en el punto kilométrico 11,800 de la N-234, el lugar exacto donde fue arrollado Francisco Ortega, para determinar las causas del accidente. El conductor del Seat Toledo, un hombre de 44 años, dio negativo en el control de alcoholemia que le practicaron.
El entrenador de la víctima, Jordi Jordá, no acompañaba a Francisco Ortega en el momento que se produjo el accidente, tal y como se informó en un principio por error.
Un buen policía
La noticia de la muerte del triatleta corrió ayer como la pólvora en Paiporta , localidad donde la víctima trabajaba como policía local. "Era un chaval muy sano, deportista y buen compañero", afirmó un agente con el rostro cariacontecido. "En los servicios más complicados siempre estaba ahí, dispuesto y preparado. Era un buen policía con una condición física envidiable", añade el compañero.
Francisco Ortega, que residía en Picanya, se había casado hace ahora dos años. También perteneció a las plantillas de la Policía Local de Loriguilla y Ontinyent.
La perdida padecida es, para el SPPLB, causa de dolor y de sincera conmoción.