La policía de barrio dispone de 168 agentes en dos turnos, es decir, 84 funcionarios en cada uno de los dos programados para patrullas por las calles. La reducción de la plantilla por las jubilaciones y el pase a segunda actividad ha afectado a un servicio que los vecinos y comerciantes consideran esencial, de tal manera que no se llega a un agente para cada uno de las 86 zonas en las que están divididas los distritos de Valencia.
Fuentes cercanas a la concejalía de Protección Ciudadana rechazaron que la reducción se deba a la reorganización del Cuerpo impulsada desde el pasado octubre, sino que fundamentalmente está motivada por la segunda actividad, cuando los funcionarios cumplen 55 años y deben dejar de patrullar las calles por las limitaciones de la normativa.
La cifra surgió en una reunión celebrada este martes entre mandos de la Policía Local y la Policía Nacional con representantes vecinales del distrito de Jesús. Los 168 agentes fueron comparados con los 205 que había anteriormente, al parecer el pasado ejercicio según informaron a los residentes. La reducción de 37 funcionarios ha dejado al descubierto la carencia de patrullas.
El Ayuntamiento achaca la bajada de personal al pase a segunda actividad por el envejecimiento
La policía de barrio funciona como el enlace del Cuerpo con los vecinos, al tener los agentes información de primera mano sobre incidencias, reclamaciones y cualquier alteración. Incluso ayudan en la salida de los colegios para evitar cualquier riesgo de atropellos, como recordó el presidente vecinal de Cruz Cubierta, Rodolfo Izquierdo.
El dirigente vecinal comentó que la labor policial «hay que apoyarla y es necesario que el Ayuntamiento ponga más recursos, lo mismo que pasa con la Policía Nacional, donde nos dijeron que también han sufrido una reducción de agentes». Las consecuencias son que «llegan más tarde al botellón y a otros servicios que reclamamos. Las calles están peor porque la policía de barrio detecta muchas de las deficiencias».
La falta de agentes en el servicio de policía de barrio ha obligado a agrupar zonas de patrulla, como subrayó el secretario del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos, Jesús Santos. «Está pasando por ejemplo en el Marítimo, en el Grao y Nazaret, además de otras zonas de la ciudad». El gobierno municipal tiene pendiente de aprobar el calendario de exámenes para 30 plazas en las oposiciones a agente, así como otras 40 en la oferta pública del pasado año. Las primeras corresponden a 2016, lo que refleja el retraso acumulado.
La concejal de Ciudadanos María Dolores Jiménez opinó por su parte que la reducción de la policía de barrio «sí que está relacionada con la reestructuración del Cuerpo; se veía venir, como ha sucedido también con el aumento de la plantilla que pasa a segunda actividad». La Policía Local dispone de unas 1.500 funcionarios y para la edil «el déficit se está viendo en todos los barrios y es un problema al mismo que ocurre con todos los servicios». La reordenación ha buscado reforzar el turno de la noche con más agentes, además de crear una Unidad en el viejo cauce del Turia.
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