La concejal de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, anunció ayer el relevo de José María Herrera por José Serrano al frente de la Policía Local, debido a la renuncia del primero por «motivos estrictamente personales».
La edil desoyó la recomendación del Sindicato Profesional de la Policía Local y Bomberos, mayoritario en el cuerpo, de que realizara un nombramiento provisional con el intendente general de más edad y convocara al mismo tiempo un concurso de méritos.
El secretario de esta formación en el Ayuntamiento, Jesús Santos, explicó ayer que Menguzzato le llamó la víspera para informarle del relevo, momento que él aprovechó para pedirle que el nombramiento no fuera por elección directa sino a través del citado procedimiento. «Me agradeció el consejo pero sin más. Puede nombrarlo directamente, la ley se lo permite, pero lo adecuado sería un concurso de méritos», señaló el dirigente sindical.
La decisión de Menguzzato contrasta con el supuesto propósito del gobierno tripartito de reforzar todos los sistemas de transparencia y participación en el Ayuntamiento. Herrera fue nombrado por la exalcaldesa Rita Barberá el 25 de febrero de 2015 por la jubilación de Andrés Rabadán y fue ratificado en el cargo por el alcalde Joan Ribó el 18 de junio del mismo año, en la primera visita oficial realizada por el primer edil a la Policía Local.
Santos subrayó que el nuevo Jefe de la Policía Local «es un gran trabajador», para señalar que uno de los aspectos por lo que más se le valora en la plantilla es que se trata de un funcionario «con la carrera iniciada en el Cuerpo y que no viene de la Policía Nacional o el Ejército».
El mismo nombramiento de Herrera fue de manera directa, elegido por Barberá, aunque a principios de mayo se presentaron otros dos candidatos, Ángel Albendín y Roberto González Cachorro, lo que obligó a realizar un concurso de méritos, que acabó a favor del primero.
Menguzzato dijo ayer que en la junta de gobierno de la próxima semana se aprobará el expediente para el nombramiento. Herrera seguirá en el Cuerpo, confirmaron ayer fuentes municipales, con lo que se producirá la situación inédita de un intendente general jefe al que Serrano tendrá que buscar puesto.
Pese a que fue ratificado por Ribó y la entonces concejal de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, fuentes municipales confirmaron que las relaciones de trabajo entre la nueva responsable de la concejalía, Anaïs Menguzzato, y Herrera apenas han existido. Llegada al Consistorio el pasado septiembre por la marcha de Joan Calabuig a la Generalitat, «no se han reunido nunca, por ejemplo», comentaron, mientras que otras fuentes consultadas indicaron que en estos tres meses sí se ha producido algún encuentro, aunque de manera muy esporádica. Herrera llegó a la Policía Local de la mano del anterior gobierno municipal, en concreto a petición de Juan Cotino.
El nombramiento de Serrano llega en plena polémica en el Consistorio por la falta de recursos de la Policía Local, tanto materiales como en la convocatoria de oposiciones para nuevos agentes. Santos citó como ejemplo la demora en la promoción de mandos intermedios.
El concejal del grupo popular Félix Crespo habló de un balance «paupérrimo» en el año y medio de mandato. «Lo demuestra que en casi dos años no han sido capaces de renovar la flota de vehículos, tienen paralizada la promoción interna y la plantilla se está reduciendo de manera alarmante sin que esté prevista la convocatoria de suficientes plazas para garantizar el servicio».
Más policía en los barrios
De cara a los próximos meses, Menguzzato apuntó que se reforzará la policía de proximidad. Precisó en un comunicado que en las reuniones mantenidas con la delegación y las asociaciones vecinales han situado el foco de atención en el ocio nocturno o la convivencia en zonas como Ruzafa, Ciutat Vella, Orriols o el Cabanyal.
Ribó también agradeció el trabajo de Herrera durante estos años. Del nuevo jefe de la Policía Local dijo que Serrano «deberá hacer frente a un modelo policial que busque la mediación y haga efectivo un trabajo de proximidad y ayuda ciudadana con la firmeza que requieren los problemas de convivencia que puedan generarse en nuestros barrios. Ambos factores son compatibles y deben hacerse efectivos».
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