La decisión del alcalde Joan Ribó de congelar la incorporación de agentes a la Policía Local, sólo diez plazas más el próximo año frente al centenar para el resto de servicios municipales entre oposiciones y bolsas de trabajo, ha caído como un jarro de agua fría en el sindicato mayoritario del Cuerpo en el Consistorio.
Jesús Santos, secretario del Sindicato de Policías Locales y Bomberos en el Ayuntamiento, comentó ayer que eso dejará la ciudad igual de desabastecida que ahora, en un colectivo acuciado por la subida de la edad media y bajas por enfermedad que dejan sin margen cumplir los servicios «de una manera adecuada como hace falta en Valencia».
Según los cálculos del sindicato, de la plantilla de 1.650 policías alrededor de 275 están en puestos de segunda actividad al haber cumplido ya los 55 años, mientras que otros 160 funcionarios realizan tareas administrativas o fuera de la calle.
Esto supone que para la población de Valencia, de algo más de 787.000 habitantes, resulta una media de un policía de servicio en la calle por cada 600 vecinos, siendo «generosos y tirando a la baja», indicó Santos. Este año se tramita una promoción de 26 nuevos agentes, aunque todavía no han ido ni a la academia para su formación.
El alcalde, en la presentación de los presupuestos municipales de 2016, también habló de que no habrá ninguna plaza de nueva creación en Bomberos. «Eso supone el riesgo serio de que tengan que cerrar algún parque por este motivo. Los últimos años se ha evitado eso al pasar el mínimo en cada turno de 60 a 45 personas, aunque esa cifra no se puede bajar más», dijo.
El anterior gobierno municipal cerró el Parque Oeste por el mal estado de las instalaciones, aunque los sindicatos denunciaron entonces que la clausura se debía en realidad a la falta de personal, toda vez que estaba a punto de abrir el nuevo retén de Bomberos en el Carmen.
La actual concejal de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, ha declarado ya que el primer parque no abrirá a corto plazo, al menos hasta que se produzcan nuevas incorporaciones de personal.
Santos dijo que «los actuales responsables intentan dar más visibilidad a nuestro trabajo, como ha sucedido con la atención que se da a las víctimas de malos tratos. Eso está bien, aunque el gobierno municipal debe hacer una apuesta más decidida por la Policía Local y Bomberos».
Otro ejemplo que puso, además de la incorporación de más agentes, es el parque móvil. «Hay vehículos que están en un estado lamentable, al igual que pasa con las motos. Los motoristas son el puesto más peligroso en el Cuerpo y deben tener mejores recursos. No es de recibo que se utilicen todavía las Yamaha 250», en referencia a unas motos muy populares hace ya 30 años.
En el presupuesto figura una partida de 59.916 euros en gasto corriente para la compra de material de todo tipo destinado a la Policía Local. Es el caso de reflectantes, munición, cinta de balizamiento, boquillas de tilómetros y hasta sacos de rafia para los decomisos. Supone un aumento de 39.000 euros respecto a este año, aunque Santos apunta que una de las cuestiones donde deben centrarse el aumento de financiación es para los chalecos antibalas.
«Hay un centenar del anterior mandato y ahora se habla de que comprarán 40 más, aunque es del todo insuficiente, sobre todo por las alertas antiterroristas». La Policía Local también renovará el armamento tras el fallo de un concurso reciente. Con un presupuesto de 246.658 euros, el anterior gobierno aprobó la adquisición de medio millar de armas cortas, en un proceso que finalmente fue ganado por la firma A. Paukner, S.A, que ofrecía el modelo Glock 17. Para el dirigente sindical, el próximo paso debe ser la incorporación de agentes.
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