Valencia
La policía frena la venta ilegal de objetos en el mercado del Cabanyal
Comerciantes y vecinos critican la ingente presencia de población marginal que llena las calles de prendas de segunda mano o robadas
27.08.10 - 00:24 -
LOLA SORIANO | VALENCIA.
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No tienen parada fija, ni montan tenderete, pero todos los jueves llenan las calles circundantes al mercadillo extraordinario que se celebra cada jueves en el Cabanyal para vender ilegalmente mercancía que extraen de la basura, de segunda mano y, en algunos casos objetos robados. Vecinos y comerciantes de este barrio aseguran que la presencia de población marginal que vende sin licencia es cada vez mayor y, por eso, la presión policial también es constante.
Sin ir más lejos, ayer, la patrulla específica de la Policía Local dedicada a los mercados extraordinarios decomisó en calles como Martí Grajales, Los Ángeles o en la plaza de la Cruz cientos de productos, desde zapatos usados, aparatos de radio, móviles, cargadores de teléfono, ropa, juguetes e incluso material escolar por estrenar de dudosa procedencia.
«Como esa parte del Cabanyal cada vez se está degradando más, pues estas mismas personas que ocupan ilegalmente casas en la calle San Pedro, Los Ángeles o Luis Despuig, luego vienen a vender aquí de todo haciendo competencia desleal a los que pagamos las tasas municipales. Yo me he llegado a encontrar hasta bicicletas robadas por 25 euros», indica Pedro M., un joven comerciante con licencia para vender.
La actuación policial comenzó ayer poco después de las 11 de la mañana y algunos de los vendedores ilegales no dudaban en plantar cara a la autoridad con el objetivo de que no les decomisaran los productos que transportaban en carros de supermercados, carritos de la compra o incluso en grandes fardos. «Me quiero llevar el carrito con la ropa, no me lo decomise», decía un hombre que quería seguir haciendo ´negocio´ con los objetos. Después de encontrarse con la negativa del agente, lanzó el carro al suelo con gesto de rabia. Alrededor, grupos de mujeres trataban de hacerse con algún botín antes de que la mercancía desapareciera.
«No le quite el carro del bebé, que no es para vender, que es suyo, sino tendrá que ir la chica a comisaría a recogerlo», decía una joven drogodependiente al agente de policía.
Rastros improvisados
En los comercios de la zona más próxima al mercado del Cabanyal aseguran que en ocasiones, «el miércoles por la noche, entre las doce y la una, ya hay gente marginal que se pone por Martí Grajales o plaza de la Cruz a vender todo lo que encuentra por ahí, imagine el tipo de clientes que tienen a esas horas. Esto cada vez está peor», indica un comerciante.
Otros añaden que, además de hacer competencia desleal, estos colectivos «montan la paraeta donde les parece y te tapan los accesos a los comercios de toda la vida, por no hablar de la cantidad de suciedad que se genera con todos los restos que no pueden vender y que acaban tirados por todas partes». El problema, según los comerciantes, «es que se ve que hay gente que los busca y va a comprarles en busca de gangas. Si no tuvieran clientes, esto no pasaría», añade el dueño de un bar de la zona.
La presencia permanente de la Policía Local ayer en el mercadillo del Cabanyal impidió que los vendedores ilegales volvieran a las andadas.
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