PÉREZ GIL Los agentes de la Policía Local de Monóvar realizaron ayer su segunda concentración de protesta ruidosa en la Plaza del Ayuntamiento justo cuando se cumplía una semana de la primera. Han vuelto a salir a la calle para mostrar su absoluto rechazo a la rebaja salarial de 300 euros mensuales aplicada en sus nóminas, por el equipo de gobierno popular de Monóvar, sin diálogo ni negociación previa. Un recorte que los ha convertido en mileuristas y les ha llevado a solicitar, en bloque, el traslado a otros destinos "más dignos".
Los policías manifestantes, a los que se sumaron compañeros de Elda, Petrer, Pinoso, Sax y Aspe así como familiares, amigos e incluso representantes del PSOE y del Bloc hasta conformar un grupo de cincuenta personas, mantuvieron sus pancartas desplegadas por espacio de una hora, entre las 12.15 y las 13.15 horas, y se hicieron oir, y mucho, con sus pitos, sus altavoces y la estridente sirena de "Manolito", el maniquí motorizado vestido de policía que mantuvo con su mano derecha una "peineta fija" en dirección al balcón del despacho que ocupa el alcalde, el popular Salvador Poveda, de quien los representantes del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB) aseguraron que abandonó el Ayuntamiento por la "puerta de atrás", para no verse las caras precisamente con ellos.
"De la actitud chulesca que mostró en la primera protesta cuando nos dijo que estábamos molestando a los vecinos ha pasado ahora a la actitud cobarde de esconderse", manifestaba ayer el secretario general del SPPLB en el Vinalopó, Víctor Giménez. Aunque, a su juicio, "lo realmente lamentable es la falta de talante que está teniendo con sus vecinos, el desprecio que muestra a los agentes de la autoridad al negarse a hablar con ellos para alcanzar un acuerdo, el abuso que implica mantener una medida injusta, y, sobre todo, su falta de palabra al incumplir su compromiso de pagar a la plantilla los 300 euros mensuales que les ha recortado de sus nóminas".
La censura de otros tiempos
"Y a todo ello -dice el responsable sindical- hay que añadir la postura dictatorial que supone habernos vetado el acceso a la emisora municipal para que podamos explicarles a todos los vecinos de Monóvar la situación real en la que se halla la Policía. Me consta -asegura Víctor Giménez- que el alcalde ha dado órdenes para que yo no pueda hablar por la radio y eso es propio de la censura de otros tiempos". En cualquier caso el próximo jueves, en el mismo sitio y a la misma hora, los agentes volverán a manifestarse y será de nuevo el ruidoso "Manolito" quien encabece la protesta bajo el lema"Ni más ni menos, sólo pedimos lo justo".
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