Al trabajo con alegría y con papel higiénico. Eso es lo que deben pensar cada mañana los funcionarios que trabajan en el retén de la Policía Local de la calle Alta, donde se sitúa la sede de la unidad de distrito de Ciutat Vella. Desde hace unas semanas, denunció ayer el secretario del Sindicato de Policía Local y Bomberos en el Ayuntamiento, Jesús Santos, los agentes deben convivir con unos carteles donde se advierte de la falta de papel para el retrete hasta el próximo 20 de septiembre, para lo que todavía faltan 32 días.
Santos aseguró que los carteles están colocados en «oficinas, taquillas y vestuarios». Es más, además del que advierte de que se ha agotado el papel higiénico, otro aconseja utilizar este material «con moderación», según criticó con sorna, dado que la «asignación que recibe esta unidad se ha reducido al 50%».
El retén está situado en una planta baja a la espera de que el ayuntamiento finalice el nuevo edificio ubicado en la misma calle, paralizado por los problemas de la empresa adjudicataria. El gobierno municipal ya ha adjudicado la continuación del proyecto, así como las obras de urbanización del entorno.
Santos aseguró que los problemas de suministro de papel higiénico en el retén del Carmen son «la punta del iceberg de lo que está ocurriendo en toda la Policía Local». Citó como ejemplo denuncias pasadas como los problemas que tienen los agentes para renovar los uniformes.
«Se gastaron todo el dinero que había para esto en comprar unas fundas de revólveres, cuando lo que debían hacer era adquirir pistolas», lo que ha provocado a su juicio que muchos agentes «no hayan podido tener prendas nuevas este verano».
A la espera de que llegue el suministro de papel para los urinarios, lo normal es que «cada uno se lo lleve de casa o que se coja de otras dependencias». Sobre esto último, comentó también que ha ocurrido también con «folios llevados a los retenes desde otros despachos».
El secretario general del sindicato en el consistorio subrayó que lo más preocupante es el «material relacionado con la seguridad, como chalecos y cascos, que tampoco llegan». Reiteró que hay unidades, fuera de Tráfico, que carecen de protección adecuada para las motocicletas. «Es inaudito, como la falta de guantes en invierno».
Una sentencia ganada por el sindicato afirma que «no se puede obligar a los policías a que se pongan ropa si no la tienen», en referencia a prendas de la uniformidad que son sustituidas por otras particulares. «El reglamento dice que las camisetas interiores deben ser azules o negras, aunque no pueden decir nada si se lleva de otro color porque el ayuntamiento no da material suficiente a los agentes».
Los nuevos retenes policiales no han estado exentos de críticas. Cuando abrió el de Benimaclet, en la calle Emilio Baró, el sindicato denunció que los urinarios estaban dentro de los vestuarios y separados sólo por una fina plancha de madera, que ni siquiera llegaba del suelo al techo. «Lo mejoraron después de aquello», comentó, para insistir en que algo parecido ha ocurrido con el de Benicalap, en la avenida Ecuador, el último en ser inaugurado. «Hay aire acondicionado en todo el edificio menos en el vestuario», finalizó.
Los agentes de la Policía Local adscritos al retén de Ciutat Vella, en el centro de Valenciana deben andarse con ojo. Y, sobre todo, ser previsores. Un cartel en la puerta de los baños advierte de la falta de papel higiénico. Según esta indicación, no hay y no se repondrá hasta dentro dentro de un mes. El próximo 20 de septiembre.
Desde el Sindicato de Policía Local y Bomberos (SPPLB), Jesús Santos asegura que el rótulo lleva al menos una semana y que los agentes han tenido que buscar alternativas para usar el retrete. Como, por ejemplo, traerlo de casa.
Según Santos, el singular caso de este retén es sólo un reflejo de la situación que se atraviesa a diario en la Policía Local en Valencia. "Hay agentes que tienen que patrullar en coche porque no tienen casco para utilizar su moto", explica.
Los recortes afectan también al atuendo. Este año, el Ayuntamiento no ha renovado los uniformes de verano de sus agentes, que se han visto obligados a reutilizar las desgastadas equipaciones de trabajo del pasado ejercicio.
Preocupa más si cabe el futuro del parque móvil. Y es que si el sindicato SPPBL lleva meses denunciando la carestía de turismos, la situación aún podría empeorar en los próximos meses. En noviembre finaliza el contrato de ´renting´ de 34 vehículos y, según el sindicato, todavía no se ha iniciado el proceso administrativo para adjudicar uno nuevo.
Critican, además, el criterio de gasto de los responsables de este cuerpo policial: "En lugar de comprar armas nuevas, se han comprado unas fundas especiales para revólver que son muy caras.
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