«No saludé de la manera que el concejal pretendía por las circunstancias» ya que «no podía desatender la circulación y la seguridad de los vecinos, ya mermada porque era el único agente que había en la procesión, y tenía ambos brazos en posición de ordenación». Así explica el policía local de Xàtiva y delegado sindical, recientemente expedientado por el concejal de Policía, José Antonio Vidal, a LAS PROVINCIAS, porqué saludo al concejal del área con una inclinación de cabeza durante una procesión celebrada en la pedanía de Annauir el 2 de agosto y no se cuadró ante él, «el reglamento tiene excepciones».
El agente apunta que «tanto en la ofrenda celebrada el día anterior como en la procesión, en la que ocurrieron los hechos, solo estaba yo y fui voluntariamente porque considero que los vecinos no tienen por qué pagar la falta de agentes». De este modo, el trabajo que estaba realizando el agente expedientado lo tenían que haber realizado al menos dos, pero «como consecuencia de la mala distribución de agentes merma enormemente la disponibilidad de agentes en los turnos del fin de semana y festivos». De hecho, ya es una «reivindicación continua que se distribuya el servicio de otra manera», apunta el policía.
El agente explica que la notificación del expediente no le llegó hasta el 28 de agosto, ese día «tenía turno de noche y se me entregó un sobre cerrado en el que debía firmar acuse de recibo y la primera reacción fue de tristeza. Solicité al jefe accidental hablar con él porque pensaba que se trataba de un error y me dijo que era cosa del concejal de Policía. Hablé con Vidal por teléfono, la pasada semana y le dije que estaba a su disposición para hablar sobre la notificación y me dijo que estaba muy ocupado y que ya hablaríamos. A fecha de hoy (por ayer) no ha contactado conmigo».
El expedientado ha manifestado su «malestar» por el incidente porque «me siento una víctima y es una situación incomodísima». Durante el tiempo que transcurrió entre el incidente y la notificación del expediente «no me han pedido opinión» y «me duele que ni el jefe ni el sub-jefe de la Policía Local no me hayan comentado nada».
En el expediente «se especifica que el motivo es no haber saludado al alcalde pedáneo, al edil de Xàtiva, Vicente Parra y al de Policía». A diferencia de con Vidal, el policía local ha señalado que «he hablado con Parra que lo hacía en su nombre y en el del alcalde pedáneo. Se pusieron en contacto conmigo y tuve una charla distendida, cordial y amigable».
El expedientado, «cabeza visible» del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB) asegura que «soy policía vocacional» y me considero «un servidor público y no político». En este sentido, añade que «la falta de respeto que el edil entiende por la falta de saludo es para mí que no haya más agentes» ya que «puede desembocar en una desgracia».
«Llevo 22 años de policía sin quejas, al contrario, acumulo felicitaciones como muchos agentes» y «desde mi periodo de delegado sindical, unos ocho años, acumulo cinco expedientes contando este último que esta en trámite, hoy, (por ayer), tengo que prestar declaración a la una y media». De los otros, «tres han sido archivados y me han condenado en uno aunque continúo considerándome inocente». «Con todos los ediles de Policía he tenido un trato cordial y nunca había tenido un apercibimiento». Vidal «es una persona muy correcta y a la que le tengo el máximo respeto y aunque estoy muy de acuerdo en la mayoría de sus decisiones no en la forma en la que las aplica».
LAS PROVINCIAS trató sin éxito de hablar con el edil responsable.
